La Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) con la finalidad de fomentar la investigación científica de los océanos, difundir un mejor conocimiento de su naturaleza y de sus recursos y estudiar su papel en los cambios climáticos.

En el año 1985 la COI creó, junto con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y otros organismos, el Sistema Mundial de Observación de Océanos, conocido como Global Ocean Observing System (GOOS). Estas organizaciones han ido desplegando poco a poco satélites, barcos y boyas por los océanos para registrar la temperatura, el color, la salinidad de las aguas, la fuerza de vientos y corrientes.

  • Estas informaciones se transmiten a complejas computadoras de todos los continentes y se transforman en modelos numéricos que los científicos utilizan para obtener las predicciones meteorológicas y advertir de fenómenos meteorológicos como los huracanes.
  • Un ejemplo de los fenómenos que se suelen detectar es el conocido como El Niño.

Éste aparece generalmente en la época de navidad-de ahí su nombre: el niño Jesús- a lo largo de las costas sudamericanas del Pacífico. Son vientos que soplan de este a oeste y empujan las aguas cálidas de la superficie hacia Indonesia y Australia y permiten que las aguas frías suban, bordeando las costas de América del Sur. Estos vientos a veces se presentan en forma reducida o invertida y súbitamente las aguas cálidas llegan a América del Sur y la temperatura del océano aumenta.

Como resultado se produce un desprendimiento de calor y humedad que provoca tempestades y lluvias torrenciales en estos países. Para prever este fenómeno se ha dispuesto un sistema de observación e investigación en la zona tropical del océano Pacífico: el programa TOGA (Tropical Ocean Global Atmosphere). Todos los países afectados por este fenómeno pueden utilizar las informaciones que proporciona este programa para tratar de minimizar el efecto potencial de sequías o inundaciones en la agricultura, el uso del agua, la gestión de la pesca y las demás actividades que dependen de las condiciones atmosféricas.

Este programa, además, ha elaborado modelos que permiten a los científicos prever con un año de antelación la irrupción de El Niño.