Amenaza para las costas
Desde hace milenios el hombre vive en las costas atraído por el alimento abundante que proporciona el mar y el clima, menos riguroso que en el interior. Hoy las costas están siendo ocupadas en exceso y su urbanización afecta ya tanto a países desarrollados como a países en vías de desarrollo. En Europa, la costa Mediterránea, por ejemplo, se ha llenado de construcciones que ocultan el paisaje a lo largo de cientos de kilómetros. Este fenómeno, no sólo afecta al paisaje y al medioambiente de las costas, sino que supone otro riesgo importante puesto que muchos edificios están asentados sobre suelos arenosos que si no se refuerzan con enormes diques de hormigón provocan el hundimiento de los edificios. Y esta situación es aún más complicada en países en vías de desarrollo en los que escasean los medios técnicos y financieros. Además, en muchas ocasiones las aguas usadas por estas urbanizaciones son vertidas a la costa lo que pone en grave peligro la vida submarina.
A la urbanización de las costas se añade la llegada masiva de turistas y, con ellos, la construcción de hoteles y la renovación de las playas. A orillas del Mediterráneo, por ejemplo, se aglomeran cada año más de 100 millones de turistas. Si esta situación continúa, esta cantidad se multiplicará por 3 o 4 de aquí al año 2025.